Datos personales

martes, 20 de enero de 2009

ESPACIO


"La mujer es como "el espacio habitable", "la creadora de la casa". La mujer es la "llamada de la vida" a penetrar y quedarse en ella. Es el espacio forjador de vida, de amor, de sabiduría. La mujer es un "adentro" pero abierto; en ella se puede entrar, permanecer y salir. Así, todo espacio habitable, sea el templo, el hogar o la ciudad, son el reflejo de lo femenino y la mujer puede expresar su ser a través de ellos."



Nada mas que un espacio habitable,cortinas de piel y paredes chorreantes.

jueves, 8 de enero de 2009

Casta.-


“Así es maestro, el tenia la llave. La uso un par de veces y no lo vi mas, regale la última copia, por eso ahora usted es importante. Necesito un cerrajero.”-

lunes, 5 de enero de 2009

Expreso en taza grande


Antofagasta, 5:00 PM. Malboro en mano. Tacones y huesos castañetean al ritmo de ardientes pulsaciones. El rostro demacrado revela sin duda una vida decadente. La piel manchada y con profundas llagas daba un aspecto bastante vulgar a los ojos de muchos. Toda una ramera, pero de las viejas. Aun así, solía ser la envidia de cualquier mujer a los 50 años, pues poseía un cuerpo privilegiado y una extraña e incomprendida actitud casi imposible de pasar por alto. Capaz de dilatar a la más difícil de las miradas masculinas, para bien o para mal, pero una mirada indiferente, jamás. Su nombre era Brenda, dueña de un gato, casi ama de casa. Mientras caminaba, lagrimas poco a poco iban arrasando con las tres capas de maquillaje pegado a su cara, patética escena. Hermosa mujer, menopausia a flor de piel.

Viña del mar, 5:15 PM. Francisco, casi borracho con el licor que chorrea entre las piernas de Paloma. Ambos ya blancos y prácticamente inmovilizados por la sal pegada en sus cuerpos, reposaban exhaustos sobre la arena, casi freídos por el sol de toda la mañana. -¿Hace cuanto no prendes el teléfono?- preguntó Paloma con una voz áspera. –Lo tengo apagado desde hace un par de días- dijo él posando suavemente la cabeza sobre el abdomen de ella- Así podemos estar tranquilos.

Antofagasta, 5:30 PM. Brenda de a poco iba cortando y tragando cada una de las uñas de su mano hasta dejar toda la carne al descubierto. Pide un expreso en taza grande en una precaria, pero cálida cafetería ubicada en el epicentro del caos, donde cada día miles de hombres, mujeres, travestis y niños pisotean aquel pavimento tan artificialmente hermoso, en donde sobresalen gloriosamente un par de arboles enjaulados, salpicados con toneladas de mierda de miles de palomas, que han sido finamente seleccionados como una forma de homenajear a nuestra flora y fauna nativa. Nuestra señora ya casi terminaba la segunda cajetilla y aun quedaba todo el resto del día.

Viña del Mar, 5:45 PM. – ¡Qué asco!- Grita ella golpeando la mano de Francisco. – Me las como desde los 7 años- ríe sarcásticamente y luego finge escupir en su cara. Entre saliva, dientes y arañazos, se desarrolla poco a poco la infantil escena, casi rutinaria. -¿La vieja te sigue llamando?- pregunta ella, tratando de frenar por unos segundos aquel ritual. -¿Por qué crees que no prendo el teléfono?

Antofagasta, 6:00 PM. Con el culo empapado y las manos partidas, siente como se despedazan cada vez más los dedos a causa del frio. Aun así su cabeza hierve.- ¿Negra?- Una voz alegre y agitada la hace volver en sí. Desconcertada gira bruscamente y ve a una mujer acercarse. - ¡Estás cada día más estupenda!- Brenda por más que intentaba recordar aquella insoportable vocecilla, era imposible desbloquear aquel recuerdo. – Disculpa, ya me iba yendo, Francisco vuelve la otra semana- Salió rápidamente del lugar y al chocar con una de las mesas, miro a la mujer – Ese corte de pelo te hace ver bastante más joven--

Viña del Mar, 6:15 PM. –Francisco…- interrumpe Paloma, tratando de establecer una conversación con él.- Pancho, ¿qué piensas hacer?- Una ola de silencio inunda la escena por unos minutos. -¿Hacer? ¿Hacer cuando?- Pregunta de pronto con aire indiferente.- Me refiero a tu vida, ¿Tienes algún plan?- Dice ella mirando la arena. – ¡Follarte hasta morir!- Exclama agarrándole bruscamente los brazos para inmovilizarla mientras ella se queja -¡Pendejo insoportable, no se puede hablar en serio contigo!

Antofagasta, 6:30 PM. “Ese corte de pelo te hace ver más joven”. La estúpida frase retumbaba dentro de su cabeza. ¿Por qué habría de importarle el pelo de una ramera cualquiera? ¿Quién era ella y como fue capaz de llamarla “Negra”? ¿Por qué se molestó en explicarle la llegada de Francisco? ¿Sabía esa mujer quien era él? Sin duda fue un pretexto para salir de ahí, a modo de defensa. Como una coraza anti gente enferma. Sin duda aquella enfermedad era portada también por ella.


Viña del Mar, 6:45 PM. – Si, en realidad tengo mis planes bien claros. Quiero estudiar cualquier cosa que me permita salir de aquí, viajar, conocer gente. Quiero empezar por Sudamérica, luego al Caribe, después algún lugar de Europa, África, Asia, etc. Y cuando conozca todo el mundo, volveré a buscarte para que nos casemos y nos vallamos a vivir donde tú quieras. -¿Y la vieja?, ¿La vas a llevar a vivir con nosotros? – Contestó ella sarcástica. Pronto se hizo visible la decepción en el rostro de Francisco – Quedamos en que no íbamos a hablar de eso mientras estuviéramos juntos.

Antofagasta, 7:00 PM. Siguió caminando en línea recta, con paso rítmico y rápido, simulando tener que hacer algo importante o simplemente tener algún destino al cual llegar. Dos cuadras más arriba decidió tomar cualquier colectivo que la dejara cerca del departamento. Tomo el asiento al lado del conductor. Inspecciono todo el lugar. Como era de costumbre, se encontraba repleto de imágenes de la Virgen y de cientos de santos desconocidos para ella, además del infaltable rosario colgando del espejo. – Se paga. Hasta la coviefi, por favor.

Viña del Mar, 7:15 PM. –A veces no soporto la idea de saber que estas con ella, estar en la cama, sin poder dormir pensando en que mientras yo estoy aquí, la vieja de mierda está ocupando mi lugar…- Que pena que pienses así— La interrupción fue hecha con un aire melancólico, ofendido. —Ella nunca va a ocupar tu lugar, yo pensé que lo sabías. Pero me acabo de dar cuenta de que no confías en mí. – Las palabras de Francisco lograron conmover a su compañera de una forma casi instantánea – Mi amor, yo confió en ti, pero yo necesito saber que influyo en tu vida, que soy algo importante – él comenzó a vestirse. Esto hizo que Paloma se sintiera cada vez más culpable de lo dicho anteriormente. Pero el arrepentimiento no fue suficiente motivo para que él cambiara de opinión.

Antofagasta, 7:30 PM. Sube escaleras, camina a la puerta, abre la puerta, entra, cierra la puerta, las llaves a la mesa, la cartera al sillón, camina a la cama, el gato en la cama… Cada día solía ser igual al anterior y nada quedaba ya por hacer. Cada tarde sale al balcón a fumar un par de cigarrillos, mientras oye de fondo el clásico y banal programa para amas de casa que Mateo, el gato, parece disfrutar. Observaba la calle, repleta de autos. Imaginaba su cuerpo perdido en medio del caos, siendo aplastado por todos y cada uno de los vehículos que pasan de un lado a otro. El teléfono suena de pronto, interrumpiendo así aquel trance insufrible. —Aló, mi amor, perdona por no llamarte antes, estoy en la carretera ahora, no escucho nada, te llamo a penas llegue a la casa. Nos vemos la otra semana, lo prometo.-